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¿Fue realmente histórico el vieja de Katy Perry al espacio?

 

Esta semana, la cantante Katy Perry ha sido foco de críticas luego de participar del que sería el primer viaje espacial tripulado exclusivamente por mujeres, gracias a un vuelo de la compañía Blue Origin, propiedad del multimillonario Jeff Bezos, también fundador de Amazon.

En el vuelo la acompañaban Lauren Sanchez, prometida de Bezos; Gayle King, periodista presentadora de la cadena CBS; Aisha Bowe, ex científica de cohetes de la NASA; Amanda Nguyen, activista por los derechos civiles, investigadora en bioastronáutica y astronauta afiliada de Blue Origin; y Kerianne Flynn, productora de cine.

La misión, que Blue Origin presentó como un “hito” para la representación femenina en el espacio, duró poco más de 10 minutos, donde la tripulación alcanzó la órbita de la Tierra, experimentó la ingravidez y luego regresó.

Ahora, se cuestiona que el vuelo no tuvo fines científicos y parte de su tripulación tampoco estaba muy ligada a la ciencia. Además, critican el carácter comercial de esta y la figura de Bezos.

“¿Realmente hicieron historia?”, son algunos de los comentarios en X (Twitter). Incluso astrónomas y personalidades famosas manifestaron no creer que esto fuera realmente un logro y algunas derechamente se burlaron de Katy Perry.

Y es que exceptuando a Aisha Bowe, que es ingeniera aeroespacial con experiencia en la NASA, y a Amanda Nguyen, que es astronauta afiliada, las otras mujeres de la misión no estaban relacionadas con la exploración espacial hasta este momento y ahora muchos cuestionan, ¿por qué fueron elegidas y con qué fin?

¿Una misión espacial sin sentido?

Blue Origin llamó a este lanzamiento “Misión NS-31”, pero ¿cuál era la misión realmente? El cohete suborbital New Shepard despegó a las 09:30 de la mañana, subió un poco más arriba de la línea de Karman —el límite entre la atmósfera y el espacio exterior— y regresó a la Tierra unos 10 minutos después.

La compañía de Bezos, se especializa en transporte aeroespacial, pero en los últimos años han estado explorando los vuelos espaciales comerciales, bajo la premisa de hacer “turismo espacial” y acercar el espacio a las personas.

Sin embargo, los vuelos de este tipo no son para nada accesibles, de hecho, un pasaje puede costar millones —en dólares—. En 2021, cuando se lanzó el primer vuelo comercial de Blue Origin, el primer boleto se subastó en línea y terminó en 28 millones de dólares.

Si bien Blue Origin no ha hecho públicos sus precios hasta ahora, para hacernos una idea podemos comparar con los vuelos comerciales de Virgin Galactic, que cobran unos 450.000 dólares, equivalentes a más de 400 millones de pesos chilenos.

Básicamente, el turismo espacial es una alternativa solo para multimillonarios, porque una persona común y corriente jamás podría costearlo.

Además, el turismo espacial tiene una importante huella ecológica. De acuerdo con Ethic, los vuelos turísticos de Blue Origin emiten unas 90 toneladas de dióxido de carbono, que se suman a las emisiones que ya están poniendo en riesgo el bienestar del planeta.

Las críticas a Katy Perry

Katy Perry salió de la cápsula que liberó el cohete New Shepard y besó el piso como si no se hubiera despegado de él hace solo 10 minutos, luego, cuando habló con la prensa, dijo que esta experiencia le enseñó “cuánto amor tienes para dar” y previamente había señalado que estaba representando a las mujeres valientes de su familia.

Pero, en realidad, podemos decir que fue la figura comercial que Blue Origin buscaba para impulsar su modelo de negocio de turismo espacial, una estrella pop de renombre mundial con una amplia base de seguidores.

La artista recibió una ola de burlas, especialmente después de postear en X que “no hay lugar como casa”, junto a un emoji del planeta Tierra. “¿La pueden enviar de vuelta?”, fueron algunos de los comentarios que recibió.

Incluso actrices famosas comentaron su hazaña. Olivia Wilde, por ejemplo, manifestó que “supongo que con mil millones de dólares se compraron buenos memes”.

Amy Schumer, actriz y comediante, ironizó sobre este viaje en sus redes sociales, posteando un video donde bromeó con que llevaría un peluche al espacio.

“Chicos, en el último segundo me agregaron al viaje y me voy al espacio. Voy a llevar esto. No significa nada para mí, pero estaba en mi bolso y justo estaba en el metro cuando recibí el mensaje: ¡¿Quieres ir al espacio?’ Así que me voy”, anunció.

Otras opiniones fueron más críticas, por ejemplo, la actriz y modelo Emily Ratajkowski, apuntó directamente a Perry: “dices que te importa la Madre Tierra y te subes a una nave espacial construida y financiada por una empresa que, sin ayuda de nadie, está destruyendo el planeta… Observa el estado del mundo y piensa en cuántos recursos se destinaron a enviar a estas mujeres al espacio. ¿Para qué?”.

En este sentido también se ha criticado la figura de Jeff Bezos, ya que mantiene alianzas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en su nuevo gobierno ha hecho recortes en la investigación científica en EE.UU. y eliminando políticas de género en estas áreas, limitando el espacio para las mujeres en diversas ciencias.

La astrónoma chilena Teresa Paneque, se refirió a este tema, manifestando otro punto de vista al expresar que la crítica no debería ir dirigida a las mujeres que tripularon la misión comercial, si no a Bezos.

“Es quien lleva Blue Origin, y una persona que, al contrario de preocuparse por los derechos de las mujeres, ha estado apoyando la administración que durante las últimas semanas ha estado cortando e invisibilizando a las mujeres que trabajan en la exploración espacial“, sentenció.

¿Inspiró a la mujeres?

Blue Origin vendió este vuelo espacial como un hito para la representación femenina, pero sin un propósito más allá de ofrecer sus servicios de turismo espacial.

La compañía incluso comparó este viaje con el de Valentina Tereshkova en 1963, que fue la primera mujer de la historia en ir al espacio, con real mérito.

Por esa época, Tereshkova fue seleccionada entre las más de 400 aspirantes para pilotar la cosmonave soviética Vostok 6, en una misión en solitario. Estuvo 3 días en el espacio y en ese periodo completó 48 vueltas a la órbita de la Tierra.

Y además, era una civil. Antes de su hazaña, trabajó en una fábrica textil y era paracaidista aficionada. Luego, cuando fue seleccionada para el Cuerpo de Astronautas, recibió entrenamiento en la Fuerza Aérea Soviética y tras su misión fue muy activa en la política.

Hoy tiene 88 años y en 2013 se ofreció para ir a Marte si le daban la oportunidad. La tripulación de Blue Origin, en cambio, dista de una representación como esta.

“Pensarías que científicas y astrónomas como yo estaríamos felices y celebrando esto con bombos y platillos. Pero no tenemos nada que celebrar. Esto no ha sido un viaje para todas las mujeres, ni representa que se abra una puerta para las mujeres en la exploración espacial. Esto ha sido una campaña de marketing“, expresó Paneque.

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