Ozzy Osbourne, fallecido este martes a los 76 años, no solo fue una leyenda del rock: también fue un misterio viviente para la ciencia, que llegó a preguntarse cómo es posible que viviera tantos años luego de una larga época de drogadicción y alcoholismo severo.
El fundador de Black Sabbath, símbolo del heavy metal, que alcanzó a tener un concierto de despedida antes de su muerte, tuvo una vida de drogas, alcohol y excesos. Y, sin embargo, sobrevivió mucho más allá de lo que parecía posible. ¿Cómo?
Las variantes genéticas que dieron vida a Ozzy Osbourne
A lo largo de su vida, tal como confidenció el “Príncipe de las Tinieblas” en su libro autobiográfico I Am Ozzy, pasó 30 años borracho y cuatro décadas adicto a diversas sustancias.
Cocaína, morfina, LSD, barbitúricos, jarabe para la tos, pastillas para dormir… todo formaba parte de su menú habitual.
Por eso, en el 2002, en plena fama de su reality show “The Osbournes”, él mismo se preguntaba: “No hay ninguna razón médica plausible de por qué estoy vivo. Tal vez mi ADN podría decir la razón”.
Esa frase despertó la atención del laboratorio estadounidense Knome, que en 2007 le propuso estudiar su genoma. Osbourne aceptó y declaró que también donaría su cuerpo a la ciencia tras su muerte.
Los resultados preliminares, que llegaron 10 años después (dijeron que demorarían varios más en tener los concluyentes) y publicados en la revista Scientific American, fueron sorprendentes.
¿Cómo pudo sobrevivir tantos años de excesos?
Según los científicos Jorge Conde y Nathan Pearson, Ozzy tenía cientos de miles de variantes genéticas inusuales. Una de ellas, en el gen ADH4, permite que su cuerpo metabolice el alcohol más eficientemente que una persona promedio. Además, presenta una propensión 1.3 veces mayor a volverse adicto a la cocaína y 2.6 veces más a experimentar alucinaciones con marihuana.
A eso se suma otra rareza: su ADN contiene trazas de ascendencia neandertal en el cromosoma 10. “Encontramos un pequeño segmento que probablemente lleve a un ancestro Neandertal”, revelaron los expertos a Scientific American.
“Ozzy lleva cientos de miles de variables que ningún científico había visto. Va a pasar un tiempo antes que tengamos la información suficiente para que la sociedad entienda esas variables”, concluyeron.
Pese a este aparente “blindaje genético”, su vida estuvo al borde del abismo en varias ocasiones. Fue expulsado de Black Sabbath por sus excesos, y su esposa Sharon lo obligó a entrar en rehabilitación en 1980. Años después, reconoció que ella le salvó la vida y lo ayudó a reconstruir la relación con sus hijos.
En el 2013, Osbourne confesó en redes sociales una recaída de 18 meses: “Estaba hundido en un agujero. He sido un idiota con la gente que más quiero”. Poco después, anunció con orgullo que llevaba 44 días sobrio.
Así, el intérprete de “War Pigs”, “Paranoid” o “Children Of The Grave”, habría estado años sobrio, pero afectado desde hace bastante tiempo por los efectos del Parkinson, hasta su muerte, este martes 22 de julio.